Qué suerte la nuestra, -deberíamos de pensar- por haber nacido junto a al mar Mediterráneo! Pero uno se acostumbra rápidamente a lo bueno, sin darse cuenta, ni cuestionarlo. El hecho de ser mediterráneos no es simplemente el estar circunscritos a una zona geográfica privilegiada, sino también el formar parte de una cultura muy específica, arraigada desde hace ya tantos siglos que casi ni tomamos tiempo en reconocer el legado de nuestros antepasados. Los visitantes de otros lugares se ven tan fascinados por ella, que sólo desean mudarse a la orilla de este mar al retirarse de su vida laboral, envueltos por el estrés de las sociedades competitivas. El estilo de vida mediterráneo está validamente avalado por la longevidad de sus habitantes, y por eso la mayoría de los médicos aconsejan cambiar al nuestro. Consideramos provechoso para poder disfrutar de todas las facetas de nuestro entorno, la adaptación a este ritmo tan saludable, conociendo plenamente los aspectos esenciales de nuestro modus vivendi: nuestros hábitos diarios, nuestra educación, nuestras celebraciones y sobretodo, nuestra forma de comunicarnos. Estamos convencidos de que no sólo será una experiencia gratificante para los de fuera como para los que viven aquí y tienen otro origen, estas vivencias tan obvias aparentemente, les pueden abrir los ojos. Bienvenidos, guapos!